¿QUÉ RECUERDOS TENES DEL COLEGIO?
¡Los mejores! El cambio fue grande, pasar de un colegio chico en Pocitos donde iba caminando a ir en cadena o tomar un par de bondis para llegar a Carrasco, era otro mundo. Sin dudas el deporte me facilitó mucho la integración, jugué no solo rugby sino al fútbol, donde era un virtuoso defensa (por lo menos así me lo acuerdo yo) y también hice un poco de atletismo, donde competí en ADIC en lo que supongo sería triatlón (lanzamiento de bala, salto largo y 100mt) y no pasaba mucha vergüenza.
Ya del Colegio en sí me acuerdo de Mrs. Jones en la puerta del colegio, revisando si ibas con el uniforme correcto (siempre te relojeaba los zapatos); las assemblies de Mr. Sidwell los lunes temprano, que terminaban con el “Our father, guard in heaven” que hasta hoy me acuerdo; mil personajes, Petu, Mr. Thewlis, el Parkinson, el Castellanos, la Barceló, Cameto… mirando ahora para atrás la verdad que fue una muy linda época. Fuí Prefect en su momento y después Head Boy, no sé si eso sigue hoy, pero me parece una linda tradición, además mi viejo también había sido Head Boy, estuvo bueno eso.
¿CUÁNTOS AÑOS JUGASTE AL RUGBY EN OBC?
El otro día en la juntada de primeras líneas en el Club (¡espectacular idea!) tuve que hacer un poco de memoria (soy horrible para las fechas) pero creo que desde el 94/95 hasta por lo menos el 2005. Lo que sí me acuerdo es que ya me costaba cada vez más, llegaba molido a casa después de los partidos, cada vez tenía menos tiempo para practicar, los contrarios eran cada vez más grandes y entrenados… No me acuerdo cual fue mi último partido, seguramente pensé que ya habría otros, pero nunca vinieron, después me fui a vivir a Brasil y a pesar que tuve alguna oportunidad allá, no volví a jugar.
¿QUÉ TE DEJO EL DEPORTE?
El deporte me dejó cosas que vivo todos los días; solidaridad, superación, trabajo en equipo, liderazgo, resiliencia, saber perder, saber ganar. Siempre fui un apasionado del deporte, hoy ya algunos kilitos de más no me dejan practicarlo tanto como me gustaría, pero del deporte solo quedan cosas buenas; amigos, viajes, logros grupales y también individuales, hasta esas lesiones que hasta el día de hoy molestan se transforman en recuerdos espectaculares.
¿CUÁL ES TU RECUERDO MÁS FUERTE COMO JUGADOR?
Pa… ¡difícil elegir! El himno en el Mundial juvenil en Rumania, jugar un Seven internacional en Fiji (andaba David Campese también por ahí), salir campeones con la Reserva en el 2000, los clásicos con el OCC, los partidos con Polo… pero creo que me quedo con el recuerdo de esa sensación de nervios en la boca del estómago los días de partido cuando iba llegando a los vestuarios, ¡me pasó desde el primer partido hasta el último!