Por Hugo Benedetti

En las conversaciones o discusiones de negocios, en la vida académica o empresaria, se suele escuchar mucho la expresión “modelo de negocio”. ¿De qué se trata concretamente?

El modelo de negocio se define como la forma transaccional, organizacional, lógica y operativa en que hacemos el negocio, la descripción detallada de la oportunidad de negocios que explotamos.

El modelo de negocio incluye los fundamentos básicos del mismo, los componentes que lo definen y sin los cuales no hay negocio. Es la plataforma que se integra con los factores cruciales que definen el negocio.

Los principales factores que integran este modelo son:

  • El medio externo: variables de entorno, mercado, condiciones sociales, económicas, culturales y muy especialmente las regulatorias (estas son el marco legal y regulatorio que rige para la actividad o el sector). Hay quienes opinan que el entorno no es parte del modelo de negocio, sino que por el contrario el modelo de negocio debe contener la respuesta práctica a esas condiciones de entorno; los expertos en estas construcciones teóricas gustan decir que el modelo de negocio es la respuesta adaptativa.

Realmente usted no va a ganar o perder dinero con esto y me parece que la discusión carece de interés práctico. Desde esta perspectiva prefiero asumir que no solo las características del sector y la competencia son componentes importantes del modelo de negocio o influyen grandemente en él, sino que también, el mismo modelo debe configurar una respuesta adecuada a esas circunstancias.

  • Usualmente, el modelo de negocio se concibe en dos dimensiones: 1) la transaccional, orientada al medio externo, abarca todo lo que nos conecta al mercado y al cliente; 2) la organizacional, es la dirigida al medio interno y consiste en toda la estructura funcional de que nos dotamos para realizar el negocio. Integran entonces el modelo de negocio:
  • Canales de comercialización, acceso a clientes, redes, etc.
  • Estrategias de comunicación/difusión.
  • Definiciones de Productos/Servicios y políticas de precios.
  • Ciclo operacional; abastecimiento de productos, procesos logísticos, acceso a servicios, distribución, tornar el producto/servicio accesible a su público, etc.
  • Valores intangibles: patentes, marcas, exclusividades, posicionamiento, etc.
  • Bases organizacionales del negocio, sistemas, procesos, la gente, el factor humano, que es siempre el factor clave de cualquier modelo, los operadores relevantes, sistemas operativos y de control, back-end de la operación, etc.

Sintetizando diríamos que el modelo de negocio debe contener los fundamentos que aseguren la viabilidad comercial, técnica, económica y operativa del negocio, como un organismo vivo apto para desarrollarse en un determinado medio.

Siempre que estemos operando sobre las variables reseñadas nos estamos moviendo en la esfera del modelo de negocio y sus fundamentos. Esto es válido en términos generales se trate de una empresa comercial, industrial, financiera, agropecuaria, etc. Todo obedece a la lógica de un modelo.

De modo que el modelo de negocio tiene que ver con su diseño, sus productos, el acceso a clientes y toda la arquitectura organizacional que lo soporta.

El modelo de negocio es de naturaleza estratégica y táctica. Implica decisiones fundacionales sobre de qué se trata el negocio y cómo llevarlo adelante. Es a la vez la definición de lo que hacemos y la elección de medios y vías sobre cómo llevarlo adelante

Recomendaciones prácticas. Cuando le toque tomar decisiones, entender, explicar, gestionar un negocio, asegúrese primero de comprender profundamente el modelo de negocio en todos sus detalles. Descríbalo prolijamente, repase todo el frente de factores que mencionamos, vea cuales son las condiciones especiales de funcionamiento que pudiera tener, También ocúpese de comprender cabalmente las regulaciones, normativas e implicancias incluso tributarias que hacen al modelo.

No podemos opinar con autoridad sobre un negocio y menos aún tomar decisiones hasta no estar seguros que somos expertos, amplios dominadores del modelo de negocio en todos sus detalles. El modelo de negocio y su profunda comprensión es el primer paso y su correcta interpretación es insustituible.

Ningún miembro de la dirección o de los cuadros gerenciales de una organización pueden privarse de esta visión sistémica. Nadie puede integrar un equipo gerencial si no es un profundo conocedor del modelo de negocio en el cual está involucrado. Todo gerente debe tender a convertirse, por encima de sus competencias específicas, en un amplio dominador del modelo de negocios, porque esa es la competencia clave.

Conocer el modelo de negocio es conocer el juego y sus principales reglas, las variables críticas, sus interconexiones y posibles alternativas.

Cuestionando las vacas sagradas a través de la gestión de la innovación. Habiendo dicho esto, por otra parte, es importante considerar que es un elemento crucial de liderazgo en una organización, el estar dispuesto a los cuestionamientos sobre las bases del negocio, estar abierto a rediscutir los grandes pilares, a poner en tela de juicio las vacas sagradas.

Una de las funciones del liderazgo es precisamente agitar el pensamiento de los diferentes miembros claves de una empresa, desafiar el statu quo, hacerle lugar a estos cuestionamientos, a estas invitaciones, a replanteos, a rediscutir lo que pueden considerarse factores claves del modelo de negocio propendiendo a su revisión, mejora, complementación, actualización o adaptación.

El modelo de negocio es el corazón de un organismo vivo inmerso en un mercado exigente y cambiante que lo someterá a la prueba de la selección natural, la supervivencia del más apto…y el más apto es el que mejor y más rápido se adapte a las nuevas condiciones.

Los modelos de negocio tienen que ser dinámicos, si bien deben respetar las bases del sistema, los factores críticos de éxito, ser fieles a su esencia, a la vez, deben tener la flexibilidad de adaptarse, adoptar nuevas vías, cambiar, incorporar atributos, etc. La revolución digital, las nuevas tecnologías, innovaciones en materias de datos y comunicación tienen que ir ganando terreno en los modelos de negocio clásicos.

Es más, en todos los directorios, formales o no, en todos los equipos de conducción, en todo “management team”, debería haber al menos un integrante especialmente destacado en todo lo que podríamos llamar la gestión de la innovación.

Quien cierra las puertas a estas discusiones porque “este negocio es así y no admite cambios” se está colocando en una posición conservadora tal vez en demasía, un guardián del pasado resistente a los cambios y atrincherado detrás de paradigmas. Probablemente, por esa vía se esté perdiendo liderazgo, proactividad, cerrándole el camino a nuevas ideas, otras vías, nuevas tecnologías.

Muchas veces eso hace que los líderes históricos, refugiados detrás de las viejas prácticas y los modelos de negocios clásicos, puedan ver empequeñecida su influencia como motores de la organización, como agentes de cambio o crecimiento. Es más, de persistir por ese camino pueden convertirse en un escollo, en un inhibidor del crecimiento ante la resistencia a aggiornar el modelo, actualizarlo o adaptarlo a nuevos o crecientes requerimientos.

Crecimiento y modelo de negocio. Es una práctica recomendable, centrarse en los diferentes factores que constituyen el modelo de negocio para plantearse una estrategia de crecimiento en forma ordenada y enfocado sobre los factores claves.

Por ejemplo, crecer seguramente implicará centrarse en estrategias de desarrollo que nos lleven a la captación de más clientes, generar nuevos canales de comercialización o profundizar los existentes, incorporar nuevos productos o nuevas líneas, incrementar la facturación por cliente, etc.; todos ellos son factores claves del modelo de negocio. La recomendación fundamental es simple: identifique claramente el factor clave y opere haciendo fuerte foco sobre él.

Hugo Benedetti es un Empresario uruguayo, Director de IBF NEGOCIOS. Desarrolló su carrera corporativa con un destacado rol gerencial y de dirección en Nuvó Cosméticos en Uruguay y el desarrollo en la región, expandiendo las actividades de Sara Lee Corporation (empresa que adquirió a Nuvó Cosméticos), en Argentina, Brasil y Uruguay. Ha publicado cuatro libros: Negocios e inversiones, razones y emociones¿Cómo hacer para que los hijos trabajen?Lecciones aprendidas y Gestionando crisis para emerger fortalecidos.

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